viernes, 25 de enero de 2013

2.1 Constructivismo y Aprendizaje Significativo

2.1  Constructivismo y aprendizaje significativo
Ante este enfoque del modelo de competencias de la RIEB, que pide que el alumno movilice sus saberes para la construcción de su conocimiento; no se puede dejar a un lado dos palabras que han sonado desde hace décadas en la Educación Escolar “El constructivismo y el aprendizaje significativo”.
Este enfoque constructivista se alimenta de diversas corrientes psicológicas entre las principales puedo mencionar:
-       El psicogenético de Piaget con la teoría de los esquemas cognitivos.
-       La teoría Ausbeliana  de la asimilación y el aprendizaje significativo.
-       La psicología sociocultural Vigotskiana.
Aunque los autores de éstas, se sitúan en distintos encuadres teóricos, comparten el principio de la construcción del conocimiento del alumno en el aprendizaje escolar.
El constructivismo está centrado  en el aprendizaje, visto como un proceso en el cual el alumno construye y reconstruye sus propios conocimientos a través de la colaboración y la reflexión: pues un ambiente de aprendizaje constructivista es un lugar donde los alumnos trabajan juntos, usando variedad de recursos, de información y herramientas en la búsqueda de sus metas de aprendizaje y actividades en solución a sus problemas.
Sin embargo los docentes, en su mayoría aun no saben cómo hacer esto; es por tal razón que aunque tengamos alumnos sobresalientes son incapaces de explicar lo que hicieron, de hacer predicciones, de registrar lo que hicieron; y confundimos y caemos en el error de que el mejor alumno es el que posee más información; actualmente lo que se busca es que el educando sea capaz de hacer, de entrar en acción con ese conocimiento;  no solo sea una biblioteca andante que tenga el cúmulo de información pero no movilice esos conocimientos para solucionar sus problemas que se le presenten en la vida cotidiana y en  su contexto. Pues la concepción constructivista debe permitir a los educandos construir una identidad personal de acuerdo  a su contexto social y cultural, Lo que implica de a cuerdo a este enfoque que una intervención educativa sea acorde en desarrollar en el alumno la capacidad de realizar aprendizajes significativos por sí solo.
La concepción constructivista se organiza en torno a tres ideas fundamentales de acuerdo con Coll (1990:441-442):
1.    El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje.
2.    La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos.
3.    El papel del facilitador es engranar, orientar y guiar los saberes del alumno con la información en el proceso de construcción del conocimiento.

La idea central de este enfoque constructivista se resume en la siguiente frase: “enseñar a pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuados” (coll, 1988:133).
Asì mismo,  Ausubel con su teoría de Aprendizaje Significativo, cuya postura se caracteriza como constructivista e interaccionista; ya que el aprendizaje no es una simple asimilación pasiva de información litera, ya que el sujeto la transforma y estructura; la segunda los materiales de estudio y la información exterior se interrelacionan e interactúan con los esquemas de conocimiento previo y las características personales del aprendiz. Ve al alumno como un procesador activo de la información, ante un proceso de aprendizaje sistemático  y organizado, y no se reduce a simples asociaciones memorísticas.
De acuerdo con Ausubel podemos caracterizar los tipos de aprendizaje que ocurren en el aula. En 2 dimensiones:
1.    Modo en que se adquiere el conocimiento. Por recepción y por descubrimiento.
2.    Forma en que se incorpora el conocimiento en la cognitiva del aprendiz: por repetición y significativo
La interacción de estas 2 dimensiones se le denomina: “situaciones del aprendizaje escolar”: aprendizaje por recepción repetitiva, por descubrimiento repetitivo; por recepción significativa o descubrimiento significativo.
El Aprendizaje Significativo es el más importante y deseable, ya que posibilita la adquisición de grandes cuerpos integrados de conocimiento que tengan conocimiento y relación.
Algo muy importante que no podemos olvidar es que en la estructura cognitiva del alumno se encuentran los conocimientos previos  que da un reflejo de su madurez intelectual; éste conocimiento resulta un elemento muy importante pues de acuerdo con Ausubel (1976), es a partir de este conocimiento que debe planearse el acto de enseñar; debido a que el conocimiento y experiencias previas  de los estudiantes son la pieza clave de su potencial de aprendizaje.
De tal manera que para el logro del aprendizaje significativo se debe reunir las siguientes condiciones:
-       Que la nueva información se relacione de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe.
-       La disposición para aprender (motivación y actitud).
-       la naturaleza de los materiales  o contenidos de aprendizaje.

Todas estas se deben tomar en cuenta en la planeación, enseñanza-aprendizaje y evaluación. Pues el alumno cuenta con una estructura cognitiva particular, una idiosincrasia y una capacidad intelectual propias, una serie de conocimientos previos, y una motivación y actitud para el aprendizaje propiciadas por experiencias previas en la institución escolar y por las condiciones actuales imperantes en esta. Por otra parte también se toma en cuenta los contenidos y materiales de enseñanza, dado que si no tienen un significado lógico potencial se propiciará un aprendizaje rutinario y carente de significado.
De allí la importancia de que el alumno posea ideas o experiencias previas como antecedente necesario para aprender de manera significativa, ya que sin dichos antecedentes aun cuando el material de aprendizaje esté bien elaborado es menos probable conseguir  el aprendizaje significativo.
Este sigue siendo el reto de los maestros del siglo XXI aplicar el constructivismo, indispensable en la movilización de los conocimientos y saberes de nuestros alumnos; en cuyo aprendizaje es imprescindible la solución de problemas, análisis de casos, toma de decisiones y el logro y trayecto de aprendizaje de los educandos. En mi punto de vista si no lo practicamos con nuestros alumnos  y no somos capaces de hacer una práctica reflexiva esto se seguirá repitiendo en la teoría, mas no se logrará  concretar en nuestra práctica educativa.

1.2 La formacion docente como un profesional autónomo y reflexivo

- El docente ante el discurso de las competencias.

 En esta síntesis que marca como punto importante la formación del docente, considero que este es de carácter esencial para la práctica docente, es importante considerar a Schôn, quien afirma que el docente es un profesional reflexivo. Pues en todos los cursos de Actualización que se dan al inicio del curso escolar para muchos docentes han servido para pasar el tiempo en vano, sin alumnos y en otras ocasiones aburridas pues el docente dice que cada ciclo escolar es lo mismo sin llegar muchas veces a apropiarse de las herramientas esenciales para lograr ser un  docente reflexivo y autónomo. Y solo logra formar profesionales técnicos. Para ello Schon propugna por una formación que denomina Práctico reflexivo que se sustenta en una racionalidad pràctica, donde la formación de profesionales le da prioridad a la acción práctica desde el contexto en el que se encuentra inmersa su pràctica docente, entonces el rol del docente ya no sólo sería un operario técnico que aplica planes y programas, sino que se convierte en un profesional crítico, analítico  y reflexivo en el cual pone en práctica su autonomía intelectual.
Ante esta visión del rol del docente como profesional reflexivo se vislumbra a un profesional que a través de la experiencia de aprender haciendo y el arte de acción tutorial, se convierta en experto, en la que el alumno se apropie de las herramientas que ve y observa del  profesor y logre ser un alumno reflexivo y autónomo.
Todo esto se vuelve fructífero a medida que el docente se involucre en colectivos, trabajos de equipo y se asuma esta tarea como un trabajo cooperativo de innovación, investigación y formación permanente. Como menciona Frida “La reflexión sobre la problemática docente  debe estar orientada a la generación de un conocimiento didáctico integrador y de una propuesta para la acción  que trascienda el análisis crítico y teórico.” (Frida, 13)
Schôn tambien enfatiza “La enseñanza a través de la reflexión en la acción” y nos indica que es importante el diálogo entre docente y alumno para un aprendizaje práctico reflexivo, una acción recíproca en la que el alumno reflexiona de lo que observa que hace el maestro y reflexiona en la ejecución  y a su vez el maestro reflexiona sobre lo que el estudiante revela en la puesta en ejecución ya sea conocimientos o dificultades en el aprendizaje y piensa en cómo ayudarle; esto es mucho más rico si el docente logra sistematizar el conocimiento en la acción. Ante esto me es importante considerar algunos puntos importantes de los principios constructivistas  para la formación docente:
·         El proceso de formación atiende el saber, el saber hacer  y el ser de la tarea docente.
·         Incluye la reflexión y acción transformadora en contenidos, procesos de enseñanza aprendizaje y contexto de la práctica docente.
·         Tiene como punto de partida análisis del pensamiento didáctico sobre la enseñanza de los docentes.
·         La participación activa, la reflexión crítica y colaborativa en un colectivo docente para transformar la práctica docente son fructíferos.
·         Es un proceso de reflexión e innovación, genera un conocimiento didáctico integrador que nos lleva a una propuesta de acción.
·         Potencia la metacognición, autorregulación del conocimiento y la práctica docente.
·         Diseña estrategias  para la solución de situaciones  del contexto educativo.
·         Existe acompañamiento de expertos.
·         Se incorpora al docente a una comunidad de discurso crítico y de producción de propuestas educativas, desde la diversidad.
Pasando a otro punto ”el docente ante el discurso de las competencias”, es importante mencionar que entre los docentes no se ha hecho una verdadera reflexión del término de competencia, en la cual Dìaz Barriga nos hace analizar el verdadero sentido de esta propuesta pedagógica, en que si solamente constituye un disfraz de cambio, por lo que aparenta ser debido a que no hay una calidad en la capacitación de los docentes, pues cada quien lo interpreta de acuerdo a como lo entiende, pues como bien se menciona en la lectura  para enseñar competencias  o formar docentes en competencias que transformen la práctica docente , no basta con insertar en el currìculo un listado de competencias, tampoco en la sola transmisión de conocimientos; mas bien se necesita crear situaciones didácticas que permita a los alumnos enfrentarse a tareas que les permita movilizar sus saberes en un proceso de reflexión metacognitiva y autorregulación; así se propicia una construcción en espiral en la acción. Exige también a un profesional competente que incluya:
-       Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
-       Gestionar la progresión de aprendizajes.
-       Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
-       Implicar a los alumnos en sus propios aprendizajes y su trabajo.
-       Trabajar en equipo.
-       Participar en la gestión de la escuela.
-       Informar e implicar a los padres.
-       Utilizar las tecnologías de la información y comunicación.
-       Afrontar los deberes y los dilemas èticos de la profesión.
-       Organizar la propia formación continua.
Para ello el docente propicia una práctica docente reflexiva, significativa y situacional.
Para finalizar concluyo que para una formación docente de calidad, incluye ser reflexivo y práctico, se orienta a lograr conocimientos didácticos y elaborar propuestas  para una acción viable y contextual enfocada a transformar la práctica docente; para ello se requiere que el propio docente cambie su actitud y sea autónomo en trazar su propio trayecto formativo que le permita ser un profesional competente.

viernes, 18 de enero de 2013

Tema 1.1 Rol del Docente

“LA FUNCIÒN MEDIADORA DEL DOCENTE Y LA INTERVENCIÒN”
TEMA 1.1
-      El Rol del docente y la naturaleza interpersonal del aprendizaje.
-      La representación y el pensamiento didáctico del profesor: su influencia en el aprendizaje.
Hoy en el siglo XXI se habla de “La era de la sociedad del conocimiento”, la escuela exige una transformación, ante la cual se propone una educación que promueva capacidades y competencias en nuestros alumnos( no sólo conocimientos cerrados), para ello implica desarrollar la capacidad de “aprender a aprender”, lograr que el alumno sea un aprendiz autónomo, trace su propio aprendizaje, se apropie de herramientas intelectuales que le permita seguir aprendiendo en su vida (un aprendizaje continuo), capacidad de autorregularse, capacidad de estudiar independiente, automotivarse permanentemente, aprender a tomar decisiones, construir conocimientos, solucionar problemas, buscar y analizar información de diversas fuentes.
Lo más importante en el aprendizaje es “transformar lo que se sabe” esto no es repetir lo que se sabe como se da en la educación tradicional centrada en la adquisición de saberes inmutables y fragmentados. Ante esto, el reto del docente exige modificar los roles tradicionales de las prácticas educativas entre los alumnos y el docente.
El docente como agente mediador, se tiene que apropiar de nuevas formas de enseñar, privilegiando estrategias didácticas para que los alumnos potencialicen sus habilidades cognitivas, sean capaces de razonar  valores y actitudes y de incorporar las tics para los aprendizajes de los alumnos.
Para el logro de un maestro sea competente en la era de la sociedad del conocimiento, se da un énfasis a la capacitación  y profesionalización, ya que él es un factor clave en la transformación del paradigma educativo imperante.
También implica hacer cambios en la visión que se tiene del “aprendizaje” ya que no significa acumular información o ejercitar habilidades; pues el estudiante no construye sólo el conocimiento, pues construye sus conocimientos al interactuar y mediación con otros en un momento y contexto cultural en el que se encuentra inmerso; por lo que aprender  desde una teoría social del aprendizaje, es innegable, ya que se concibe desde una participación social en una comunidad educativa en el cual se encuentran los docentes, entre pares, los padres de familia, la comunidad, etc. Lograr un aprender a hacer a través de la práctica, la generación de una identidad y la afiliación a una determinada comunidad.
Abarcando el otro punto, el docente  el pensamiento didáctico del profesor  es el punto de partida de un verdadero cambio en su práctica educativa. Lo que concierne que el profesor no es solo de naturaleza técnica o práctica sino de índole experiencial en función de los contextos que se encuentran inmersos en la práctica educativa. El gran reto consiste en saber cómo inducir al docente para que tome conciencia de dichos aspectos y los cuestione, maneje propositivamente y generar alternativas a su práctica profesional.
Si el docente está buscando influenciar el aprendizaje de sus alumnos debe entender las interacciones resultantes, entre las actitudes, y cogniciones de los mismos. En cuanto a la labor docente hay que reflexionar, dado que la mayoría de las veces nos centramos  en abarcar los contenidos del programa, o llevar al pie de la nota paradigmas y le damos poca importancia al manejo de nuestras experiencias.
Para transformar la educación, es importante responsabilizar al alumno de su propio aprendizaje y el maestro tome su lugar para potencializar los conocimientos de acuerdo al contexto de los alumnos, pues en este mundo cambiante, es importante analizar y reflexionar en y sobre la práctica docente qué  influye en los estudiantes para mejorar y potenciar, de ahí viene la importancia de una buena formación docente y logre ser un profesional reflexivo y autónomo para que los alumnos sean también reflexivo, críticos y autónomos.